El exministro de Defensa Nacional de Corea del Sur Kim Yong-hyun fue arrestado formalmente este miércoles al ser acusado de insurrección por asistir al presidente, Yoon Suk-yeol, a declarar la ley marcial la semana pasada.
Medios locales informaron que Kim intentó quitarse la vida en el centro de detención de Seúl donde se encuentra preso. Ahora se encuentra en una celda especial y su vida no corre peligro, según portavoces del centro de detención.
“Se produjo un incidente en el que (Kim) desistió en el momento en el que nos apresuramos a entrar en su celda”, ha explicado el comisionado general del Servicio Correccional de Corea, Shin Yong-hae, en declaraciones que recoge la agencia Yonhap.
Kim, que ya había sido detenido de urgencia el fin de semana y es la primera figura en ser encarcelada de manera preventiva en relación al caso de la ley marcial, ha sido arrestado formalmente después de que un tribunal del Distrito Central de Seúl aprobara una orden a raíz de que la Fiscalía lo acusara de participar en actividades “esenciales” en lo sucedido la semana pasada.
Los fiscales lo acusan de insurrección y abuso de su poder para obstruir el ejercicio de derechos básicos, en las seis horas en que la ley marcial estuvo vigente entre el martes y el miércoles de la semana pasada.
Además, informaron que el exfuncionario, aparentemente, cambió de teléfono y eliminó conversaciones en la aplicación Telegram tras el estado de excepción.
La Fiscalía sospecha que el entonces titular de Defensa, que dimitió dos días después de la declaración de ley marcial, propuso a Yoon declarar el estado de excepción y ordenó desplegar tropas en la Asamblea Nacional (Parlamento) para evitar que los diputados votaran la revocación de la medida y también en la sede de la Comisión Electoral Nacional (NEC).
Sospechan que redactó decreto de ley marcial
Según mandos militares que han comenzado a realizar declaraciones públicas, Kim ordenó a mandos de inteligencia militar hacerse con los servidores informáticos del NEC argumentando que había que investigar un supuesto fraude electoral cometido durante las legislativas del pasado abril, un mandato que al parecer muchos oficiales rechazaron cumplir por carecer de base legal.
En su escrito para solicitar el arresto, los fiscales acusan a Kim de “conspirar con el presidente Yoon para iniciar un motín con el objetivo de subvertir la Constitución nacional” y también sospechan que el exministro redactó el decreto de la ley marcial en consulta con el mandatario para incluir restricciones inconstitucionales sobre los poderes de la Asamblea Nacional.
Kim ha sido ya interrogado tres veces en relación a la declaración de ley marcial y ha afirmado durante su deposición que considera que sus acciones no fueron nunca ilegales ni inconstitucionales.
Con el arresto formal de Kim se cree que la investigación en torno a Yoon, al que se investiga también por insurrección y al que se ha prohibido salir del país, puede verse acelerada.
Los presidentes en Corea del Sur no pueden ser enjuiciados durante su mandato, con la excepción del delito de insurrección, definido como el cometido por un individuo o individuos que emplean “violencia con el propósito de usurpar el territorio nacional o subvertir la Constitución”.
La ley estipula que el líder de una insurrección puede ser castigado con la pena de muerte o con cadena perpetua.